2° LUGAR CONCURSO "CUENTANOS TU HISTORIA" - Genoveva Irma López Amador

  • miércoles, 26 de junio de 2013

  • Genoveva Irma López Amador
    8100039
    Sistema de Educación Media Superior



    Trabajar en la Universidad de Guadalajara es parte trascendental de las experiencias más enriquecedoras que he vivido en 30 años.

    Inicie mi relación laboral muy joven en el Departamento de Proceso de Datos, la oficina estaba exactamente en la esquina de López Cotilla y Enrique Díaz de León, ahora Museo de las Artes.

    El departamento estaba conformado por aproximadamente diez capturistas de datos, las cuales teníamos diferentes edades, hago mención a éste detalle porque ahora somos grandes amigas y aunque algunas ya están jubiladas o por jubilarse, hacemos lo posible por juntarnos por lo menos una vez cada cuatro meses.


    Las funciones que desempeñábamos eran sumamente vitales, pues recibíamos los primeros documentos para la inscripción de los aspirantes (cédula) a la Universidad de Guadalajara, es fascinante recordar que teníamos unas máquinas llamadas perforadoras, las cuales tenían un tambor que quitábamos, envolvíamos una tarjeta y ahí mismo hacíamos nuestros propios programas para capturar datos, ya fueran numéricos o alfabéticos, conjuntamente teníamos unas máquinas a las que les introducíamos unos disquete y ahí capturábamos la información, con esto quiero decir que he tenido la oportunidad grandiosa de evolucionar con la tecnología.
    Fotografía por Andrea Julieta Ruiz López
    de Coordinación de Estudios Incorporados


    Eran tiempos de trabajo excesivo, porque no solo era la cédula de inscripción, sino que también capturábamos los famosos exámenes de conocimientos, estudio socioeconómico, examen psicométrico, calificaciones completas de los certificados de preparatoria cuando hacían trámites al nivel superior etcétera. En aquel entonces el trabajo primeramente lo hacía una compañera y enseguida otra verificaba que lo que se había capturado no tuviera errores, era tal la cantidad de trabajo, que nos quedábamos a velar para que los dictámenes estuvieran en tiempo y forma puntuales.

    Puedo recordar que fueron noches intensas pero gratificantes por diversos motivos, éramos como una familia, ahora podemos contar y recordar tantas y tantas anécdotas que fueron marcando nuestras vidas de una u otra forma.

    En 1983, se inaugura el edificio administrativo de la Universidad de Guadalajara, con el nosotras nos mudamos a estrenarlo. Fue increíble porque estrenamos bueno…de todo, era de los pocos edificios en aquel entonces que tenían una altura que impresionaba, asomarnos a las ventanas era un deleite, porque teníamos como en el teatro el mejor lugar para visualizar atardeceres llenos de nubes y colores, en las noches cuando velábamos podíamos apreciar que los cerros no estaban poblados, la ciudad con sus escasas luces de igual forma era hermosa y qué decir de los amaneceres no menos vistosos que los anteriores.

    Con todo este cambio llegaron máquinas nuevas y las primeras PC. La forma de trabajar tomaba otros matices, los procesos se tornaban cada vez más fáciles, la automatización pasó a ser parte fundamental de la tramitología en la Universidad de Guadalajara.

    1993, un parteaguas en mi vida laboral.

    Las autoridades del Sistema de Educación Media Superior piden personal del edificio administrativo para que se integren a la plantilla laboral del SEMS, entre los compañeros que fuimos propuestos para el traslado, tuve la fortuna de ser informada que mi trasferencia la haría en menos de lo que canta un gallo.

    Al principio me sentí; triste, sola y desamparada, como todo cambio en la vida que de manera inicial uno a veces no tiene la capacidad para saber o enfrentar por ser desconocido, además, en cierto modo me separaba de las que eran mis amigas, casi mi familia, la rutina, el camino de todos los días, fue un cambio drástico, porque no conocía ni la zona, a los compañeros, en fin… era para llorar, pero, la adaptación no tardo mucho tiempo porque mis actividades empezaron a llenar ese hueco que de pronto me invadió.

    Fue un cambio favorable en todos los sentidos, mis actividades cambiaron por completo, también estaba como capturista de datos, pero el trabajo era completamente diferente, porque lo que apremiaba era empezar a digitalizar los libros, los programas de estudio del Nivel Medio Superior. Tenía trato directo con los académicos que se encargaban de hacer los cambios pertinentes a los programas y elegían los textos que conformarían las antologías que posteriormente eran parte de la bibliografía con la que los alumnos se ayudaban para llevar a cabo sus ciclos escolares.

    Con todo este cambio nació en mí la necesidad de empezar a instruirme de otra forma para obtener conocimientos que me llevarían a realizar otro tipo de actividades, descubriendo mis habilidades y poniendo énfasis en la edición, composición de textos y el diseño, claro, esto sugerido por una académica que confiaba en que podría realizar algo más que no fuera la captura de textos, sino más bien empezar a plasmar cierta creatividad en mi trabajo. De esta forma y la inquietud de saber más, me hizo gestionar el apoyo para que se me fuera otorgado un diplomado en diseño gráfico. Y así fue como empecé a estudiar, esto me llevo a que mi trabajo día a día fuera más creativo e interesante, hasta que llegue a estar a cargo en la composición de los programas del bachillerato general, sustentado esta información con un reconocimiento por haber realizado dicha actividad. El hecho es que, hasta la fecha puedo jactarme de haber asistido a trabajar con la mejor disposición y actitud, siempre pensando en qué puedo ser útil laboralmente, con los usuarios y con la comunidad universitaria.

    Con esto me refiero y quiero adelantarme un poco en el tiempo, a que actualmente me involucre con Mary Marroquín de Servicio Médico del edificio administrativo y por medio de este vínculo que hoy por hoy sigue vigente, exhorto a mis compañeros (a) para que cuiden su salud, invitándolos para que se realicen exámenes, estando al pendiente de cómo, cuándo y dónde asistir a realizarlos, además de hacer extensiva la invitación a los familiares, incluso si es posible visito aproximadamente a 300 compañeros que laboran en el SEMS pregunto y otorgo medicamentos. Esta labor para mi tiene una recompensa demasiado agradable, siento que si logro sembrar en los compañeros la inquietud de cuidarse o participar en estas campañas tan importantes de salud, contribuyo y ayudo a cumplir con el objetivo de dicho programa.

    Siguiendo la trayectoria que anteriormente relaté, comento que he conocido a personas excepcionales con las cuales he podido tener un lazo más allá que ser un compañero de trabajo.

    Tengo laborando en el SEMS 20 años, habiendo estado en la editorial que en la actualidad ya no existe, por un tiempo en Educación Técnica y actualmente en la Coordinación de Difusión y Extensión. Perdón por ser reiterativa pero es lo mejor que me pudo pasar, mi camino por esta y todas las administraciones pasadas me han dado mucho; como la oportunidad de estudiar francés en Proulex llegue hasta el nivel 6, el Bachillerato Semiescolarizado, y la carrera en Recursos Humanos.

    Quiero platicar el porqué la considero relevante, fue parte importante y el inicio de una nueva etapa en mi vida y la señalo importante porque para este entonces ya tenía 4 hijos.

    Era el último día para ingresar papeles para el trámite del Bachillerato Semiescolarizado, mi jefa en turno me llamo y me dijo que aprovechara la oportunidad, la verdad me resistía a la oferta que se me estaba haciendo por diversas razones, una de ellas la de más peso era que yo sentía que no iba a poder, así mismo se lo hice ver a mi coordinadora y me dijo: “no quiero saber que pasa este día y tu no fuiste a hacer el trámite”, claro obligándome a hacerlo. Gracias Elvia Velazco, porque ella fue la que me impulso y ayudo a confiar en mí, y más que eso a comprobar que querer es poder, porque nada más se necesita eso, voluntad para trasformar.

    Actualmente soy pasante de la carrera de Recursos Humanos, no he concluido con la titulación porque estoy esperando la oportunidad de hacer una maestría y matar dos pájaros de un tiro. Pero puedo asegurar que la experiencia ha valido la pena. La edad no importa, nunca es tarde, hace dos años que salí de la carrera y a mi medio siglo de vida puedo comprobar que he tenido la oportunidad de ser mejor ser humano, he crecido tanto académicamente como personalmente.

    También he tenido la oportunidad de participar como suplente en la representación sindical, esta experiencia la debo a mis compañeros por creer en mí, y posteriormente como representante titular. Actividad que no hice sola, como sabemos se conforma de un grupo de personas que están por un mismo fin. Dicha actividad me dio la capacidad para relacionarme e involucrarme cada vez más en las cuestiones laborales, siendo crítica, tolerante, observadora, buena oyente además de practicar la empatía con los compañeros, procurando darle el valor exacto a las situaciones o problemas, tratando de ser una persona en la cual los compañeros podían confiar y que cuando fueran agredidos injustamente se les apoyará apegados al Contrato Colectivo, además de recordarles que no nada más tenemos derechos sino también obligaciones.

    Las actividades que hasta ahora realizo en la Coordinación de Difusión y Extensión me permiten visualizar mi trabajo con agrado, porque tenemos que tratar tanto con académicos como con los alumnos, el estar inmersa a las cuestiones culturales me ha permitido ver de cerca lo que los jóvenes son capaces de crear, siempre dan esperanzas de que las cosas pueden ser cada día mejor, la entrega con la que los profesores, alumnos, y compañeros de trabajo participan es parte importante de sentir que realmente no es un trabajo lo que realizamos a diario.

    Teníamos un programa que se llamaba “La Ciencia a la Calle” nuestra participación era involucrarnos en la logística del evento, lo llevábamos realmente a la calle, Palacio de Gobierno, literal a la calle. La participación era impresionante, pues venían tanto de las Preparatorias Regionales como de las metropolitanas, se hacía una convocatoria en la cual los alumnos tenían que llevar a cabo un experimento relacionado con la ciencia, los expositores eran los propios inventores, y tenían contacto directo con la sociedad. Era tal el éxito del evento que la gente pasaba, lo veía y por la tarde regresaban con la familia, nos pedían y decían que deberíamos hacer más de estos proyectos en la Universidad de Guadalajara, se llego a tener presencia de éste evento en otros Estados por la participación y creatividad de los alumnos, puedo asegurar que sí había impacto. Nosotros como trabajadores recibíamos felicitaciones por nuestra labor, ya que eran eventos de cientos y cientos de personas a las que había que atender y resolver cualquier duda o imprevisto. Lo siguiente lo digo con pesar… porque cuando hubo cambio de administración, el coordinador en turno no le llenó el ojo el proyecto y se termino. Lástima!

    Quiero platicar que por medio de una compañera un día se me invitó como maestra de ceremonia a un evento que hubo en el Teatro Diana, también ha sido una experiencia increíble porque nuevamente pensé que no lo podría hacer, creo que no lo hice tan mal porque después de esta intervención, se me ha invitado en cinco ocasiones, esto me han dejado un muy buen sabor de boca. Hubo un evento en el corredor que ahora se llama Rambla Cataluña, se convocó a un gran número de participantes, pertenecientes a un programa de la Unidad de Estilo de Vida Saludable, donde descubrieron que no se me dificultaba mucho poner en buena sintonía a los participantes ya que hubo gritos, aplausos, porras, bueno de todo, siendo la responsable de generar en el público esa atmósfera de alegría y fiesta que ameritaba el evento que se llevaba a cabo.

    Ahora quiero prepararme para hacer visitas guiadas y poder trasmitir a los alumnos y sociedad que esté interesada en saber que quiso plasmar en su obra el muralista Gabriel Flores, tenemos en SEMS dos murales excepcionales con una visión extraordinaria de éste pintor Jalisciense. Son actividades que van a ser propuestas por mí, ya lo comenté anteriormente, así como la Universidad de Guadalajara me ha dado tanto, es una forma de retribuir a todos estos años, que sé, que mi trayectoria tiene un valor importante pues me enorgullece decir que soy UDG!

    Con todo este relato, quiero dejar explícitamente dicho que el trabajo que no está directamente ligado a mis actividades, no es menos importante. La organización y el trabajo en conjunto que hemos venido realizando los administrativos, tiene un valor invaluable porque la Universidad cuenta con personal operativo, administrativo y técnico, capacitado valioso y entregado.

    Un pensamiento que quiero compartir es que la Universidad de Guadalajara hace lo propio al respecto de poner a la disposición un sin número de oportunidades para los administrativos, la decisión de tomarla es de quien las quiera hacer realidad, es para todos. Voluntad y una visión de superación es lo que se necesita.

    Por último, quiero expresar que ha sido toda una travesía volver al pasado, porque me he sentido invitada a recordar tantos momentos, situaciones adversas personales, las cuales han ido de la mano con tantas experiencias laborales, poder hacer una retrospectiva, se convirtió en una dinámica fabulosa, porque he podido imprimir recuerdos que tenía extraviados en el presente.

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